domingo, 3 de agosto de 2008

Vi vi viva la fiesta

Sé que dije que esperaba postear en breves la última vez que se oyó de mi, pero evidentemente, las cosas nunca salen como uno espera, y debido a clases y diversas actividades sociales no he tenido muchas ganas de decir nada, pero hoy os traigo el santo grial de la exploración de las terras incognitas, uséase, la naitlaif, la fiesta, eso para lo que vivis todos vosotros, viciosos pecadores de moral relajada y dispersa, y como sé que os gusta, pues voy explicároslo, a ritmo de Anthony Johnson.

Hace más de una semana, algunos tipos de la residencia tuvieron la grandísima idea de ver como estaba la fiesta por estos lares, pero lo cierto es que a estos europeos les gusta mas ir de discotecas que a baretos, de modo que habría que ir a un lugar determinado. Para ello se eligió como guía un par de tipos que, inicialmente sabían el lugar exacto donde ibamos, un lugar que supuestamente es la crema de la noche local. Bien, amigos, os voy a dar un sabio consejo. Si alguien os dice de salir de fiesta en un sitio que no conocéis, aseguraos de que el guía es un tipo mayor de 19 años, de modo que no tenéis un novato ansioso de probarse "eR jEfE" ante un grupo de confiados guiris, que supuestamente se sabe todos los garitos de la zona como la palma de la mano. Vamos, que es como cuando Anacleto se quedaba tirado en medio del desierto y se encontraba con un mahometano que siempre le vendía el peor camello de toda la cuadra.

Total, que el equipo 1 sale del campamento base en dirección al hipersuperclubmaximegaguay y cuando llega allí, los simpáticos porteros del sitio nos dieron el alto, porque claro este sitio es la monda y todo eso. En esas me entero que para entrar en una discoteca he de pagar 15 dólares sólamente por entrar (equivalente a 10 leros), y en ese momento, la poca gana que a uno le queda se le va a freir monas. En ese momento, el experto guía decide llevarnos a otro garito, pero como el muchacho tenía las mismas dotes orientativas que un topo epiléptico, a poco estuvo de llevarnos directos al otro lado de donde quería llevarnos, mientras perjuraba que ibamos en dirección correcta cuando hasta nosotros sabíamos que no era así.

Debido a eso dimos un par de vueltas tontas y volvieron a intentar entrar en el mismo sitio. ¿Adivinais la respuesta? Bueno, mientras un par hablaban con los porteros yo me mantenía a una prudente distancia, cuando un gilipollas con un chaleco reflectante nos invitó a unos pocos del grupo básicamente a desaparecer de allí, sin dar ninguna explicación. Pero estaba muy claro: "fuera de aquí pestuzos, que me espantáis la clientela". A ver como lo explico, que un policia me pare en un aeropuerto y me toque las narices, lo asumo. Pero que un indio con un estúpido chaleco al que un tirillas como yo puede pintarle La Rendición de Breda en el jeto a base de hostias me diga que soy un pintas me jodió sobremanera. Pero claro, entre que no me apetece pegarme por una mierda de antro al que no voy a entrar en la vida (después de esto ni pa dios le pago al chupamierda del chaleco con mi entrada) y que había unos trols en la entrada, pues sólo me quedó piropearle en español. A continuasión, a todo el mundo le entraron ganas de mear. Pero en lugar de buscar un bar y entrar allí al baño estuvimos toda una hora andando mientras el personal porfiaba por encontrar un sitio donde vaciar el depósito.

Todo esto nos lleva a el gran dato que rige la fiesta en esta ciudad: Hay un toque de queda para los baretos a las 2 de la faquin madrugada. Esto quiere decir que a partir de esa hora no se puede entrar en ningún sitio, aunque estos puedan seguir abiertos para la gente que siga dentro. Los lectores se preguntarán como se hace entonces, y la respuesta es muy sencilla: los australianos (a partir de ahora les llamaré osis) empiezan a churrar a las 8 aprox., de modo que aquí te vas to tajao a casa a las 2 y es como si llegaras a las 7 cuando sales en España. Sé que no es lo mismo, pero al menos hay posibilidad de que no pierdas la mañana del día siguiente.

Resumiendo, tras la urinatio, el trasunto quedó en una desbandada generalizada, incluidos los que supuestamente eran los que sabían a donde ir. Sabiendo que muchos lectores son propensos a inventarse opiniones mías, aprovecho para decir que excepto los 2 minutos del incidente con el chalequero, fui el único del grupo que se rió durante el resto de la absurda noche. Humor que tiene uno.

En contraste, los del sindicato de estudiantes internacionales montaron un pub crawling el jueves; para los desconocedores de la lengua de shakespeare (sexpir), crawl significa reptar, que básicamente es la locomoción elegida por el personal tras estar bebiendo cervezas desde las 4 de la tarde hasta la 1 de la mañana. A dios gracias yo fui sobre las 6, pero vamos, resumiendo fue una risa y conocí bastante gente.

Creo que por el momento esto debería rellenar vuestros tediosos tiempos libres veraniegos. Para próximas entregas os puedo prometer y prometo varios e interesantes temas: deportes bárbaros, la vuelta del doctor cinephilo, y posiblemente alguna que otra foto. Si queréis saber más, seguid atentos. Saludos

1 comentario:

Infamous dijo...

Jajaja... que genialidad. Me alegro que te vaya bien por las Antipodas y agradezco tu esfuerzo por mantener el blog. Espero que la cosa siga para adelante y leerte pronto ¡Cuidate!